La muerte de Salvador Jiménez Rodríguez nos ha sumido a todos los que trabajamos con él y tuvimos la suerte de contar con su amistad y su magisterio en una profunda tristeza. A su lado nos sentíamos queridos y respetados; sabía sacar lo mejor de cada uno de nosotros, tanto en lo profesional como en lo personal.

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, su vida profesional la desarrolló, principalmente en la gestión del deporte municipal en la ciudad de Granada y también en la Diputación Provincial de Granada, en la que fue director del servicio provincial de deportes durante tres años, si bien sus comienzos profesionales los hizo en la administración deportiva central y en la autonómica, donde desempeñó primero el puesto de secretario provincial y luego el puesto de delegado provincial de la delegación del Consejo Superior de Deportes, y con posterioridad el puesto de jefe de servicio de la dirección general de deportes de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. En su faceta como profesor de la Universidad de Granada se encargó del itinerario de gestión deportiva en la Facultad de Ciencias del Deporte.

En 1989 se hizo cargo de la dirección-gerencia del Patronato Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Granada con el encargo del entonces alcalde de Granada, Antonio Jara, de crear el servicio público municipal de deportes.

En apenas diez años consiguió incrementar la práctica deportiva de los granadinos/as en más de un quince por ciento, a través de una amplia oferta deportiva dirigida a jóvenes, mayores o personas con discapacidad, llegando a todos los barrios, consiguiendo que la práctica deportiva dejara de ser una actividad ‘casi marginal’ para pasar a formar parte de la vida de los ciudadanos. También promovió la construcción del Palacio Municipal de los Deportes y del nuevo estadio de fútbol Los Cármenes, creando el servicio de deporte espectáculo, consiguiendo que la ciudad se incorporase al circuito de los grandes eventos deportivos.

Su buen hacer, promoviendo la práctica deportiva entre los vecinos/as de Granada, creando además una red de instalaciones deportivas, entre las que destacan el complejo deportivo Núñez Blanca o el complejo deportivo de Bola de Oro, dan buena prueba de lo mucho que debe la ciudad al trabajo y dedicación de este gran gestor que se adelantó en el tiempo, colocando a Granada como un referente en los servicios deportivos saludables e inclusivos, con el centro municipal de actividades médico deportivas o con los programas de deporte inclusivo dirigidos a jóvenes en riesgo de exclusión social, mayores o personas con discapacidad. Los gestores deportivos tenemos una deuda de gratitud con él, que dedicó ocho años de su vida a dirigir como presidente la Asociación de Gestores Deportivos de Andalucía, de la que fue uno de sus promotores, aunque han sido muchos los reconocimientos que en vida ha recibido, de lo que nos congratulamos.

Su generosidad y su compromiso con el deporte municipal le llevó a compartir sus conocimientos y su experiencia con los más jóvenes, siendo coordinador y docente del máster interuniversitario de gestión deportiva, promovido por las universidades de Almería y Granada, encargándose del área de formación relacionada con la gestión deportiva municipal, siendo muchos los alumnos y alumnas que, motivados por su entusiasmo, conocimiento y experiencia, ejercen hoy como gestores deportivos. Hoy le despedimos a las 9 horas en San José. Descanse en paz un ‘cordobés’ insigne que se ganó el respeto y la amistad de cuantos lo conocieron en esta nuestra Granada. Un abrazo, siempre, de tu amigo.

Javier Luna Quesada